10 errores típicos de los admins de WordPress

10 errores típicos en WordPress

WordPress, el constructor de sitios más empleado del mundo, es tan versátil como amigable. Nos deja hacer cualquier cosa: poner un Tema, cambiarlo por otro, instalar un plugin o mil, desactivar dos o tres, hacer pruebas y un largo etcétera. Por supuesto, en tanta libertad podemos perjudicar su performance. Por eso, en esta nota te contamos diez errores que los Admins de WordPress cometemos típicamente.

Introducción

Cometer errores, en la vida y en WordPress también, es inevitable. Dicen que los errores son los verdaderos maestros. Cuando todo va bien nadie aprende nada, pero cuando algo falla nos volvemos expertos. En el mundo WordPress, equivocaciones y omisiones suelen corregirse fácilmente, pero no siempre. Algunas veces los errores pueden constarnos caro, y hasta son capaces de poner nuestro negocio en peligro si los pasamos por alto o no se corrigen en tiempo y forma.

Veamos una lista de errores típicos que los administradores de WordPress promedio cometen. Nota: la misma no está presentada en un orden por prioridad, dado que los diez puntos son complementarios.

1. No comprender bien la diferencia entre Entradas y Páginas

Esta es una confusión típica que atravesamos todos los que ponemos un pie en el agua del desarrollo web por primera vez. Y es un error que luego trae dolores de cabeza, frustraciones, e implica hasta demasiado tiempo y esfuerzo para ordenar luego nuestro contenido como corresponde.

Las Páginas de WordPress pueden considerarse “estáticas”: deben usarse para publicar contenido que en general no cambia. “Sobre nosotros”, “Contacto”, “Servicios”, “Políticas de Privacidad”, etc. Es información bien diferente a lo que consideramos “notas”, “artículos”; son algo que NO forma parte de las publicaciones típicas de un diario o revista online. En otras palabras, las Páginas no se organizan ni cronológicamente ni por Categorías ni por Etiquetas. Las Páginas suelen aparecer en nuestro menú, ordenadas de manera jerárquica, o ser sub-Páginas enlazadas desde otras Páginas.

Por su parte, las Entradas conforman publicaciones de blog, artículos, noticias y cualquier otro contenido que quizás deba actualizarse con más frecuencia para mantenerse vigente (aunque no siempre sea así). Las Entradas pueden ser categorizadas por contenido y por Etiquetas (tags), lo cual, además, es recomendado.

Entradas y Páginas funcionan de manera diferente desde la perspectiva SEO, por lo que sería un error grave ignorar este aspecto. Por ejemplo, si publicamos una noticia, algo del momento, Google/Bing le darán más importancia a nuestro contenido cuando se trate de una Entrada; caso contrario, si hablamos de algo imperecedero, debemos usar Páginas. Las Páginas rankean mejor para determinadas palabras claves. Analizamos un plugin SEO para tener más control sobre esto aquí.

Si en nuestro sitio descubrimos Páginas que deberían convertirse en Entradas o viceversa, recomendamos emplear el complemento Post Type switcher para resolverlo sin volvernos locos.

2. Usar un Tema que dejó de actualizarse hace tiempo

Un Tema es la ropa con que se viste nuestro sitio. Muchas veces nos enamoramos de una estética, o bien hemos trabajado largo y tendido en personalizar todo como más nos gusta. Y todo va bien en la medida en que los desarrolladores del Tema que empleamos continúan mejorándolo y optimizándolo, permitiéndonos descargar versiones nuevas.

¿Pero qué pasa cuando el tiempo transcurre y nuestro Tema deja de ser actualizado? A corto plazo, poco y nada; a largo plazo, es tanto un peligro como una inconveniencia en cuanto a performance y tecnologías. En el mundo del software, nada es seguro para siempre; ni tampoco eficiente. Los sistemas operativos se actualizan, cambian de generación. WordPress recientemente inauguró su sexta generación. Las aplicaciones se modernizan, se vuelven más seguras y eficientes (al menos en su mayoría).

Usar un Tema que abandonó su soporte técnico, desarrollo y mejoras es una invitación a tener problemas de seguridad (y, en segundo lugar, en materia de velocidad). Los hackers se pasan todo el día buscando agujeros en internet y maneras de tomar control de nuestro sitio, sobre todo cuando el mismo tiene mucho tráfico o es bien conocido. La regla es tener un Tema moderno, optimizado para la seguridad, y que se actualice al menos dos veces por año. Si no es el caso de nuestro Tema, debemos evaluar seriamente en reemplazarlo. Es la recomendación usual a nuestros clientes en Duplika.

3. Usar un Componente que dejó de actualizarse hace tiempo

Todo lo dicho anteriormente aplica para los plugins que usa nuestra web. Un componente que dejó de tener desarrollo es un inconveniente enorme en materia de seguridad, sobre todo a largo plazo. Recordemos que las versiones de PHP mejoran todo el tiempo, se vuelven más seguras y eficientes. Un plugin escrito en una versión vieja es sinónimo de problemas de toda índole.

Además, no hay razón alguna para estancarse con un componente. Hoy en día la comunidad de desarrolladores de WordPress es tan grande que en general encontramos tres (o diez) plugins diferentes que hacen “justo” eso que necesitamos. Busquemos el que mejor comentarios tiene, el más liviano y el que más actualizaciones recibe: en general, ¡estos tres puntos coinciden!

4. No equipar nuestro contenido con buenas “llamadas a la acción”

De nada sirve el mejor contenido sin una acción correspondiente de nuestra visita o cliente. De alguna manera es un feedback, una respuesta humana a lo que presentamos online, incluso la manera de lograr confianza/fidelidad/ventas.

Sin la llamada a la acción adecuada, que indique a la audiencia alguna instrucción sobre qué hacer a continuación, la mayoría de las visitas van a abandonar nuestra web sin hacer nada. Esto se traduce en tasas de conversión deficientes/rebotes que hasta terminan afectando el ranking SEO de nuestro sitio.

Ejemplos de llamadas a la acción son “Leer más”, “Escribinos para más detalles”, “Registrate para una muestra gratis”, “Dejanos tu mensaje en la sección comentarios”, “Llamar ahora”, “Abrir ventana de chat”, “Agregar al Carrito”, “Contactanos”, “Artículos/Contenido relacionado”, y un gran etcétera.

Nuestro contenido debería articular “embudos de marketing” claros que desemboquen en una llamada a la acción empática, coherente, adecuada. De alguna manera, estos botones/enlaces son faros que guían a nuestras visitas a través de nuestro contenido web.

Si tenemos motivos para creer que nuestra tasa de rebote es alta y no podemos rastrear bien la razón, recomendamos acudir a una empresa de marketing online profesional. Como fuere, no dejen de hacer pruebas de usabilidad con sus sitios; para esto sirven también amigos y familiares. Midan qué experiencia tiene con su sitio alguien que no sabe nada de internet.

5. No trabajar concienzudamente el SEO

SEO son los esfuerzos, recursos y estrategias de desarrollo técnico y de contenido que empleamos para lograr que nuestro sitio aparezca en los resultados de búsqueda Google/Bing/Yahoo. En lo posible, con buenas posiciones frente a determinadas palabras clave, opacando a la competencia.

Estrategias técnicas para lograrlo se sitúan en la programación; el Tema que usamos y los plugins, pero, sobre todo, la herramienta para generar cache, es decir el contenido pre-servido al usuario que resulta mucho, mucho más rápido que navegar un sitio si no estuviese. Es un tema largo y lleno de aristas; para hacerla corta e ir al grano, te recomendamos la lectura complementaria de SEOPress y de MeowApps. Además, podremos entender mejor qué contenidos premia Google y sus razones en nuestra nota sobre RankBrain.

Con respecto a SEO para contenido, lisa y llanamente es el perfeccionamiento de la narrativa, imágenes, composición, titulación, enlazado de cada una de nuestras Páginas y Entradas, además de la correcta integración de sus Metas. Para este apartado puntual, recomendamos nuestras notas MetaTags sociales (para mejorar nuestra presencia en las redes) y Google Site Kit (para comunicarnos mejor con las mediciones de Google). Prestar especial atención a nuestra completa Guía SEO. No se la pierdan porque le pusimos mucha info útil, variada y de calidad.

Por otro lado, si tienen una Tienda Online, esta guía es un compendio de consejos SEO para vender más.

6. No trabajar concienzudamente la velocidad de nuestro sitio

Si un sitio web tarda más de tres segundos en cargarse, el 40% de los visitantes cierran la ventana o se van a buscar otro resultado. La mayoría de la audiencia, de manera inconsciente o a sabiendas, espera que un sitio se cargue en dos segundos o menos. Si tenemos una tienda online, esto es crítico. La velocidad de nuestro sitio afecta nuestras ventas.

Por otro lado, aunque nada menor, el rendimiento de nuestra web también tiene un impacto en los resultados de búsqueda de Google/Bing/Yahoo. Es crítico asegurarnos de que el contenido que publicamos online se cargue rápidamente y no presente problemas de visualización (son muchos y muy comunes).

Lo primero es aprovechar los tests de velocidad online como el de Google PageSpeed Insights. Esto nos dará un análisis completo de qué está andando mal en nuestra web, y apuntes para mejorarlo.

Paralelamente, no podemos pasar por alto el funcionamiento del Tema y de todos los componentes que instalamos. Por suerte, WordPress tiene una herramienta propia de diagnóstico y consejos de “salud de sitio” que analizamos en nuestra nota Performance Lab Plugin.

Finalmente, cuando de velocidad se trata, no dejen de leer nuestro reciente artículo sobre el excelentísimo componente PerfMatters: la performance importa. Es una excelente manera de resolver una cantidad gigante de problemas típicos (y no tanto) con pocos clics.

7. No considerar la Accesibilidad

Accesibilidad web implica que tomemos todos los cuidados a fin de garantizar que nuestro contenido sea accesible para todas las personas sin importar sus barreras técnicas ni capacidades especiales. La OMS nos dice que al menos 2.200 millones de personas en el planeta sufren de algún impedimento visual, leve, moderado o grave. Por ende, y para empezar, el tamaño de nuestros textos y botones debe ser visible correctamente en cada dispositivo, ya sea Escritorio, Tableta o Celular.

Garantizar que todas las personas puedan acceder a la información y/o servicios de nuestro sitio es también un requisito legal en muchos países. En el sitio web de W3.org encontramos una lista de las medidas legisladas de accesibilidad web que se instrumentan en diversas regiones (recordemos que la World Wide Web Consortium es la comunidad internacional que brega por desarrollar, consensuar e insertar estándares web a escala global).

Entre las medidas que podemos tomar para que nuestro contenido sea accesible para todos se incluye la posibilidad de facilitar el teclado para navegar (en lugar del ratón, por ejemplo para cerrar una ventana emergente), el uso de descripciones para evitar que la imposibilidad de detectar colores (o la no videncia) resulte en un obstáculo de navegación, la provisión de alternativas HTML a documentos tipo PDF, PowerPoint, Flash, etc. y garantizar la correcta lectura de todo nuestro contenido, en orden, composición y tamaños adecuados para cada display. Nota: esta lista es una aproximación a un número mucho más grande de medidas de accesibilidad plausibles.

8. Meter mano donde no deberíamos

En principio, elegimos un Tema por su diseño web; necesitamos algo acorde a nuestro contenido/servicio/productos. De la misma manera, buscamos complementos para agregar funcionalidades que ni WordPress ni nuestro Tema poseen. Este es el camino “transparente”.

El camino “turbio” es cuando los admins agregamos código para sumar funcionalidades (o alterarlas) directamente en los archivos del Tema. Cuando no, copiamos y pegamos unas líneas PHP halladas en Google dentro del famoso archivo functions.php.

Sí, a veces esto resuelve una complejidad de inmediato, o aporta algo que no teníamos pero que necesitábamos. Es fácil, y dejamos todo andando sin romper nada. O eso creíamos. Las posibilidades de generar un problema que no vemos enseguida, o del que nunca tomaremos consciencia, son enormes. Encima, cuando le pasemos el problema a un desarrollador que sí sepa, le va a costar mucho darse cuenta de en dónde metimos la pata, más cuando los cambios que fuimos haciendo con el tiempo se multiplicaron.

El asunto es grave también porque estos cambios intrusivos muchas veces son incompatibles con nuevas actualizaciones, o bien quedan obsoletos como un código huérfano, basura. En el mejor de los casos, nuestras modificaciones se pisan (se sobrescriben por un archivo nuevo, actualizado). En el peor de los casos, nuestro sitio queda offline. Está claro que este tipo de prácticas están muy desaconsejadas.

Entonces, al momento de elegir un Tema, pensemos a largo plazo; y si un Tema instalado deja de satisfacernos, busquemos otro mejor, más moderno, con más funciones y con actualizaciones frecuentes. Lo mismo para los componentes. Hay infinitos así que investiguemos bien, y si tenemos que pagar por uno profesional, no lo dudemos.

Si todas estas prácticas nos sobrepasan, mejor buscar una empresa que nos administre el sitio y olvidarnos de los problemas por completo. En este escenario, los invitamos a evaluar nuestro servicio de WordPress Administrado.

9. No tomar medidas de seguridad (¡y no ser prolijo!)

La seguridad de nuestro sitio es tal vez lo más importante de todo. WordPress es seguro, al menos recién instalado, pero con el tiempo le añadimos y quitamos Temas, dejamos activos Plugins viejos, instalamos otros no necesarios… A veces, damos acceso a terceros, como desarrolladores, gestores de red, creadores de contenido, gente que nos maneja las redes sociales, técnicos de soporte y un gran etcétera.

Por eso, recomendamos llevar una bitácora clara de todo lo que hacemos desde el día cero. ¿Qué instalamos, por qué, y por qué lo sacamos? ¿Qué personalizaciones hemos modificado? ¿Y a qué personas les damos acceso al Escritorio de WordPress? ¿Les hemos confiado nuestro propio usuario y clave (gran error) o hemos creado perfiles de usuario limitados por rol, como WordPress favorece? ¿Hay usuarios creados que ya no deberían tener acceso? ¿Regeneramos las claves con asiduidad? ¿Estamos al día con nuestra versión de WordPress, del Tema y de los Plugins usados?

Cualquier omisión o falta de cuidado es un puente que dejamos libre para un problema o un ataque. Evitemos que nuestra web sea un objetivo fácil para los piratas informáticos.

10. Contratar un servicio de hosting deficiente

Ser buen alumno en todos los puntos anteriores no sirve para nada si nuestro sitio es lento, se cae con frecuencia o padece de errores por culpa de un mal mantenimiento y/o recursos pobres en nuestro servidor.

El hosting o alojamiento web es tanto el hardware de la computadora en donde se encuentran todos los archivos de nuestro sitio como así también los sistemas y tecnologías (software, patentes) que emplea en materia de seguridad y velocidad. Computadora rápida + conectividad + tecnologías de software de vanguardia son las tres principales patas de todo sitio web del planeta. A esto se puede sumar el soporte técnico, es decir los conocimientos y empeños humanos de las personas que administran, detectan proactivamente, resuelven y mejoran día a día un servicio de alojamiento web.

Para tener una noción completa de este tipo de servicios y sus alcances, recomendamos la lectura de qué es el hosting.

Un sitio extraordinario, funcionando en un hosting mediocre, es como el mejor capitán en una piscina de terraza montado en un bote inflable.

La mayoría de los clientes de hosting consideran que todo proveedor de alojamiento web utiliza una plataforma de red y tecnología similares. Además de ser esto lo opuesto a la realidad, conduce a elecciones desacertadas al momento de definir la empresa, pues los propietarios de sitios comparan los precios de los servicios ofrecidos en lugar de la calidad real del alojamiento.

Por eso, te recomendamos asesorarte muy bien a la hora de elegir una empresa de alojamiento web: planes económicos suelen tener letras chicas y problemas grandes. En esta nota ya te hablamos de la mentira de los planes de hosting ilimitados.

Conclusión

Sin duda confiamos en que más de uno se habrá sentido identificado en esta lista de 10 errores típicos de los admins de WordPress. No hay mal que por bien no venga: esto intenta ser un repaso, un tirón de orejas para prestar más atención, aprovechar todos las guías y recomendaciones que fuimos haciendo últimamente, y, por supuesto, hacer de nuestro sitio un hotel cinco estrellas de donde las visitas no quieran salir.

Repetimos: los verdaderos maestros son los errores, justamente porque el conocimiento nos pega por donde más duele. Y no olvidemos tampoco que más vale prevenir que curar. Ambas concepciones son un tobogán para alcanzar la sabia experiencia.

Deseando que la nota les haya servido muchísimo, los invitamos a dejar sugerencias, dudas y experiencias en la sección de comentarios. Éxitos, y gracias por leer.

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