El hosting —también conocido como alojamiento web— es el servicio que posibilita lanzar y mantener un sitio web en Internet.
Básicamente, se trata de un espacio que almacena todos los archivos de tu página —texto, imágenes, videos, bases de datos— para que cualquier persona pueda acceder a ellos desde cualquier parte del mundo. El servicio de hosting garantiza que ese contenido esté disponible en todo momento, sin interrupciones, y pueda ser servido correctamente a un número importante de usuarios accediendo simultáneamente desde móviles, tabletas o computadoras.
El espacio de almacenaje que uno contrata en el servicio de hosting se encuentra dentro del disco de un servidor web, una computadora especializada ubicada en un centro de datos (datacenter) con conexión permanente a Internet. Es decir, cuando contratas un servicio de hosting, implica que alquilas un lugar en uno de estos servidores para alojar los contenidos de tu sitio.
¿Por qué necesitas un hosting para tu página web? #
Si deseas crear un sitio web (personal, institucional, tienda online, blog o portfolio) y que otras personas puedan visitarlo, es indispensable subir los archivos del sitio a un servidor. Esto se logra mediante un servicio de hosting en donde obtienes una cuenta propia y credenciales pertinentes para acceder y realizar tanto subidas de archivos y textos como toda gestión y edición necesaria —sin este paso, tu sitio no podría estar presente en la red.

¿Cómo funciona el hosting? #
Los servicios de hosting web operan sobre servidores de alto rendimiento ubicados en centros de datos con conexiones de alta velocidad. Estas máquinas están diseñadas para atender múltiples visitas simultáneas sin afectar la performance ni la disponibilidad de los sitios web alojados.
Además de alojar archivos, un buen servicio de hosting incorpora medidas de seguridad avanzadas, como firewalls, sistemas de detección de intrusos y controles de acceso que protegen tu sitio frente a amenazas externas y garantizan su estabilidad.

El hosting web es un servicio ofrecido por empresas especializadas que proporcionan espacio en servidores para almacenar y publicar sitios en Internet. Estos servidores —computadoras de alto rendimiento ubicadas en centros de datos— funcionan en ambientes controlados, con refrigeración constante, energía estabilizada y estrictas medidas de seguridad física.
Además del entorno físico, estos centros cuentan con conectividad permanente a Internet mediante enlaces redundantes de alta velocidad, posibilitando que los sitios web almacenados estén accesibles desde cualquier lugar del mundo, las 24 horas y 365 días del año.
Todo este conjunto de recursos —infraestructura, conectividad y control ambiental— es lo que garantiza la estabilidad, velocidad y disponibilidad continua de los sitios alojados.
¿Cómo es el hardware de un servicio de hosting? #
El hardware del servidor cumple un rol fundamental en la velocidad y estabilidad del hosting. Componentes como la CPU determinan cuántas visitas simultáneas puede manejar un sitio sin degradar su rendimiento. En nuestros servidores, por ejemplo, utilizamos procesadores de alta gama como AMD EPYC e Intel Xeon Gold, diseñados específicamente para cargas web exigentes.
¿Qué es la URL o “dirección web”? #
Cuando escribes una dirección web en la barra del navegador —por ejemplo, duplika.com— se traduce en que ingresas una URL (de las siglas Uniform Resource Locator, es decir, el identificador único que permite localizar un sitio en Internet).
Esa URL actúa como una especie de coordenada digital: le indica al navegador a qué servidor debe conectarse para obtener el contenido solicitado. Entonces, tu dispositivo (ya sea una computadora, celular o smart TV) envía una solicitud al servidor web donde está alojado el sitio, y éste responde enviando los archivos necesarios para que puedas ver la página en pantalla: texto, imágenes, hojas de estilo, scripts para funcionalidades especiales, etc.
Este intercambio ocurre en milisegundos. Mientras los archivos se descargan, el navegador empieza a renderizar —juntar y acomodar correctamente todos los elementos en pantalla— lo que se traduce en una carga y compilado progresivo de la página web visitada. Si el servidor es eficiente, y el sitio está bien optimizado, todo el contenido puede mostrarse en menos de dos segundos.

Ahora bien, detrás de esa dirección web y su carga rápida, hay una infraestructura invisible pero crucial: el servicio de hosting. Cada proyecto online tiene necesidades particulares —no es lo mismo una tienda en línea con miles de visitas que un blog personal—, por lo que no existe una solución única.
Una empresa de hosting profesional y transparente debería ayudarte a elegir un plan que se ajuste al perfil técnico de tu sitio: necesidad real de recursos, hardware acorde al volumen de tráfico, mantener las actualizaciones y otros factores clave que mejoran la experiencia de navegación del usuario en tu web.
Y. amén del servicio en sí, también es importante contar con herramientas que faciliten la gestión diaria del sitio.

Por eso, y para facilitar la vida del cliente, Duplika incluye el poderoso cPanel en todos sus planes de hosting. Esta herramienta de administración brinda al cliente control total sobre su sitio web, cuentas de correo, copias de seguridad y muchas otras funcionalidades esenciales en pos de gestionar el hosting de manera rápida, simple y eficiente.
Espacio web en tu hosting #
Mencionamos que el hosting implica un espacio en disco como su característica sine cua non. No es casual: hosting significa literalmente “alojamiento”, es decir, el lugar físico donde se almacenan los archivos de tu sitio web.
Este espacio de almacenamiento, como tal, puede estar basado en dos grandes tecnologías: los discos HDD (de platos que giran mecánicamente) y los modernos discos SSD (estado sólido). ¿En qué se diferencian y por qué es importante esto en materia de velocidad?
Hosting HDD vs Hosting SSD #
Para entenderlo, imagina un disco de pasta: el tocadiscos gira, la púa lee los surcos de manera secuencial y esto reproduce la música. Ese mecanismo, en esencia, es similar al funcionamiento de un disco HDD: platos físicos que giran a gran velocidad mientras un cabezal se mueve para leer (o escribir) datos.
En cambio, un disco SSD no tiene partes móviles. Es más parecido a un pendrive ultrarrápido: accede directamente a los datos en chips de memoria, lo que lo hace muchísimo más veloz, más silencioso y más resistente al desgaste que un HDD tradicional.
En el contexto del hosting, esto se traduce en sitios que cargan más rápido, menor tiempo de respuesta y una mejor experiencia para los visitantes. Es por eso que en Duplika trabajamos exclusivamente con discos SSD en todos nuestros planes.

El hosting HDD es aún un sistema muy arraigado por ser antecesor (y mucho más accesible económicamente) que el SSD. Pero cada generación de SSD supera a la anterior con creces, y así la distancia entre ambas tecnologías es a duras penas comparable.
Enseguida identificamos un disco mécanico HDD en una computadora de escritorio porque hace ruido al leer o escribir datos: un leve runrún mecánico, como si pequeños granos de arroz chocaran entre sí. El SSD es mudo.
El hosting con discos HDD representa el sistema de almacenamiento tradicional. Su principal ventaja sigue siendo el bajo costo, lo que lo convierte en una opción accesible para quienes priorizan el presupuesto por sobre el rendimiento. Pero, si bien existen versiones modernas que han mejorado la velocidad de rotación para optimizar el desempeño, la tecnología HDD enfrenta un límite físico insalvable: al depender de piezas mecánicas en movimiento —como motores y cabezales— no puede competir en velocidad ni durabilidad con los sistemas SSD actuales.
El relativamente nuevo hosting SSD se diferencia del Hosting con HDD como el día de la noche: el primero emplea discos de “estado sólido”, plaquetas que carecen de motores o discos que giran. En SSD no hay partes móviles: todo funciona como una gran memoria electrónica. De esto se entiende que no genere ruido, se beneficie de una vida útil más prolongada y —nada menor— puedan acceder a múltiples archivos al mismo tiempo —igual que la memoria RAM.
A fines prácticos, la diferencia entre HDD y SSD es comparable a esto:
→ Con un HDD, para comer un sándwich hay que levantarse del sillón y caminar hacia la cocina, abrir la heladera y buscar los ingredientes de a uno.
→ Con un SSD, en un segundo volamos a la heladera, recogemos todos los ingredientes al mismo tiempo y disponemos de un sándwich habiendo tardado un 10% del tiempo en relación con el ejemplo anterior.
Así de diferentes son estas dos tecnologías.
Por supuesto, el salto evolutivo tiene su precio. Almacenar la misma cantidad de información en un SSD cuesta, en promedio, el doble que en un HDD por mega-byte de espacio.
Por eso, la mayoría de los proveedores de hosting todavía no ofrecen discos de estado sólido en sus planes. En Duplika, en cambio, trabajamos exclusivamente con SSDs en todos nuestros servicios.
Tipos de Hosting #
Existen diferentes tipos de servicios de hosting, y por eso la elección ideal dependerá de las características y necesidades de tu proyecto.
Hosting compartido #
Es el tipo de hosting más común y económico. Varios sitios web conviven dentro del mismo servidor físico, compartiendo recursos como CPU, memoria y ancho de banda. Si el servidor está bien configurado, y el sitio bien optimizado, es una excelente opción para arrancar un proyecto.
En estos entornos, es fundamental que el proveedor utilice tecnologías como CloudLinux (como hacemos nosotros). Cloudlinux aísla cada cuenta para evitar que un mal funcionamiento de una cuenta —incluyendo infecciones— afecte a los demás sitios del servidor.
Planes multicuenta / Reseller #
Similares al hosting compartido, pero con una diferencia clave: podés crear y administrar múltiples cuentas independientes, cada una con su propio panel de control, espacio asignado y configuraciones específicas.
Estos planes son ideales para agencias, desarrolladores o quienes gestionan varios sitios/proyectos diferentes.
Servidores Cloud #
En este caso se accede a un entorno virtualizado, con mayor flexibilidad y escalabilidad. Según el proveedor, puedes contar con recursos dedicados o compartidos, pero siempre teniendo más control que en un hosting tradicional.
Además, es posible adaptar configuraciones del sistema operativo, instalar software personalizado y escalar recursos según la demanda de tu sitio.
Servidores dedicados #
A diferencia del cloud, acá el servidor físico completo está reservado exclusivamente para el cliente, sin capas de virtualización. Es la opción más potente y personalizable, pensada para proyectos de gran escala o con necesidades técnicas muy específicas.
A tener en cuenta: Todos los planes de hosting de Duplika —desde el más básico hasta los servidores dedicados— utilizan discos SSD, lo que garantiza mayor velocidad, estabilidad y durabilidad para tus sitios.
¿Qué debo tener en cuenta antes de contratar servicio de Hosting? #

Como en la mayoría de los servicios que existen, todo depende de lo que se pretenda o necesite realmente. Hay servicios de hosting muy económicos, pero que no poseen ningún tipo de garantía por sobre tus datos. Tampoco te aseguran una estabilidad mínima del servicio prestado (comunmente llamado uptime). Otros servicios, a la vez, podrían incluir un montón de recursos que tu sitio no requiera.
En Duplika ofrecemos una garantía de uptime del 99,9%. Utilizamos hardware de última tecnología y nos esforzamos por tener el mejor soporte disponible las 24 horas.
Ofrecemos distintos planes pensados para responder a las necesidades técnicas de cada proyecto.
Si te ha gustado la nota y has encontrado útil la información, por favor no dejes de evaluar nuestros planes de hosting. Si ya tienes un hosting contratado, y considerás que tu sitio no está rindiendo como debería, ten en cuenta que mudamos tu web gratuitamente y de manera segura, rápida y profesional.